La adopción de la tecnología blockchain llegará en oleadas, por clases de activos
Atraídas por la promesa de costes más bajos y por una mayor seguridad, las entidades financieras están probando las posibilidades de la tecnología blockchain que da soporte a la criptodivisa más conocida: el bitcoin, y centran sus esfuerzos en los llamados POC o proof-of-concept (pruebas de conceptos, en español) para establecer la cadena de bloques (blockchain) como alternativa a los sistemas de pago.
De momento, la criptodivisa bitcoin, la prueba viviente de que la tecnología funciona ha alcanzado ya en el Forex el nivel de los 8.000 dólares en noviembre, lo que supone una revalorización del 650% en lo que llevamos de año.
El potencial de la tecnología Blockchain descansa en su estructura. El principal beneficio es la descentralización de la tecnología y la capacidad que tiene de ser un registro de transacciones irrefutable en su fidelidad y confiabilidad, lo que se traduce también en su capacidad de mejorar la eficiencia de las transacciones financieras.
No obstante, si bien el bitcoin es una inversión financiera más del forex, con sus riesgos y potenciales beneficios, los mismos de otras criptomonedas como el ethereum, para las empresas el coste del desarrollo e implantación de la tecnología que le da forma, el blockchain son todavía una barrera complicada.
Las entidades tradicionales todavía deben valorar si los beneficios superarán los costes de desarrollo e implementación, sobre todo frente a alternativas más sencillas como la actualización de los sistemas actuales. También hay preocupaciones sobre el crecimiento del peso de la informática, la banda ancha y los requisitos reales de almacenamiento, así como la necesidad de desarrollar la inter operabilidad entre los protocolos blockchain y los sistemas actuales.
Blockchain empezó su vida como un prodigio tecnológico, de lo que da fe su exponencial revalorización en el forex. La gente todavía espera muchas cosas del bitcoin y su tecnología, pero ya está en una fase más avanzada y las exigencias que debe cumplir son mayores. Si lo trasladamos al bitcoin y al Forex, deberíamos pensar que no es razonable que todos los años se revalorice un 650%.
Además, del mismo modo que los distintos blockchain deben operar entre ellos, otras criptomonedas pueden dar un paso al frente y convertirse en alternativas al bitcoin. La clave ya no es la divisa o la tecnología que la sostiene, sino la capacidad que ofrezca de crecer desde este punto.
Del mismo modo que sólo creyeron en el bitcoin los pioneros de las inversiones y fueron ellos, asumiendo los riesgos, los que impulsaron la criptodivisa en el Forex y recogieron después los beneficios, las empresas irán adoptando la tecnología en oleadas, por clases de activos o por necesidades de los distintos mercados.
Así, ya no es necesario comprar un bitcoin a un vendedor virtual, pues existen opciones en el Forex para negociar con las criptodivisas sin la necesidad de poseer un activo que hoy vale 6.000 dólares. Y tampoco es necesario adoptar la tecnología blockchain ahora a cualquier precio antes de poder calcular los costes de adopción e implementación de la tecnología.
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